El Día Mundial por la Reducción de Emisiones de Dióxido de Carbono (CO2), conmemorado anualmente el 28 de enero, brinda la oportunidad de reflexionar sobre nuestro impacto ambiental y adoptar medidas para disminuir la huella de carbono, puesto que las emisiones de CO2 son el principal catalizador del cambio climático.
Chile ha avanzado a pasos agigantados en la planificación de la reducción de sus emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), entre ellos el CO2, desde el 2015 con la presentación de sus Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional (NDC), que es la política climática que los países diseñan cada cinco años. Para Chile, esto es avanzar hacia la carbono neutralidad y la resiliencia climática al 2050, que es lo que estableció el Acuerdo de París, del cual nuestro país es parte. La NDC es un instrumento que, además, está incorporado en la Ley Marco de Cambio Climático que fue aprobada en 2022, y que contiene los compromisos que Chile asume hasta 2035, con el objetivo de contribuir a limitar la temperatura global no más allá de los 1.5°.
Tras actualizar las NDC en el 2020, el objetivo es alcanzar 95 MtCO2eq (millones de toneladas de carbono equivalente) para 2030. Se debe considerar que la emisión de GEI en 2022 fue de 111,3 MtCO2eq, y el 76% correspondieron a CO2.
Desde el 5 de junio 2024 se trabaja en un nuevo ajuste, el primero bajo el alero de la Ley Marco de Cambio Climático o LMCC (mandata a Corfo y su programa Transforma Cambio Climático), que establece compromisos más ambiciosos orientados a bajar las emisiones. Elaborado en conjunto con la ciudadanía a través de un proceso de participación ciudadana, el anteproyecto fue lanzado el viernes 17 de enero de este año.
Las nuevas metas son optimistas, comprometiéndose a:
- Emisiones de GEl que no sean mayor a las 1.100 MtCO2eq entre 2020 y 2030, alcanzando su máximo de emisiones (peak) de GEl a 2025.
- Alcanzar un nivel de emisiones de GEl de 95 MtCO2eq a 2030, una reducción del 15% en comparación con 2022.
- Alcanzar un nivel de emisiones de GEl de 91 MtCOZeq a 2035, una reducción del 18% en comparación con 2022.
- Una reducción de al menos un 25% de las emisiones totales de carbono negro a 2030 respecto a los niveles estimados para el sector energía del Inventario Nacional de Emisiones a 2016, es decir, que las emisiones de CO2 no sean mayores a 61MtCO2.
Para una transición a un Chile resiliente al cambio climático y carbono neutral, se deben incluir medidas de adaptación, mitigación, implementación y gestión del cambio. Las siguientes son medidas del borrador de actualización:
Mitigación
En esta materia el país ya registra avances, donde el sector energético se encuentra en el centro de la transición hacia un desarrollo bajo en emisiones y resiliente a los efectos adversos del cambio climático. Chile proyecta cerrar y/o reconvertir todas sus centrales a carbón para 2040, así como el 47% de la capacidad instalada para la generación eléctrica y el 41% de la producción de electricidad provienen ya de energías renovables no convencionales (ERNC).
Además, se prioriza el desarrollo del hidrógeno verde, que podría descarbonizar sectores intensivos en uso de energía como el transporte pesado y la industria, con un potencial de reducir 8 MtCO2eq anuales para 2035. En materia de Transportes, Santiago de Chile posee la flota de buses de transporte eléctrico más grande del mundo fuera de China, con 2.480 unidades cero emisiones, y se inició su implementación en regiones.
Además de las nuevas metas, parte de las iniciativas de mitigación, se elaborarán, implementarán y actualizarán 7 planes sectoriales de mitigación (Transporte, Energía, Ciudades, Minería, Infraestructura, Residuos y Agricultura) definidos por la Ley N° 21.455, Marco de Cambio Climático, para garantizar el cumplimiento del presupuesto nacional de emisiones de GEI.
Adaptación
Esta actualización se compromete con 12 medidas de adaptación, que consideran la necesidad de planificar, evaluar y aprender. Algunas son:
- A 2030, se habrá implementado el Plan Nacional de Adaptación al Cambio Climático 2025-2028 (en actualización en 2024 en el marco de la LMCC), dando lineamientos estratégicos para los planes sectoriales de adaptación, y contando con una evaluación y lecciones aprendidas que serán aplicadas para su tercer ciclo de actualización.
- A 2030, se habrán implementado los 12 Planes Sectoriales de Adaptación. A 2030, se habrán evaluado los Planes Sectoriales de Adaptación, y se contará con las lecciones aprendidas que serán aplicadas para la actualización de estos planes. El Inventario Nacional de Impactos del Cambio Climático en Chile, que incluirá la evaluación de costos de la inacción y de las pérdidas y daños, y que será parte de la Plataforma de Adaptación Climática (Atlas de Riesgos Climáticos).
- Reporte público-privado de evaluaciones de riesgo climático, daños y pérdidas, con la colaboración del sector financiero y asegurador.
Implementación
La ejecución de medidas para hacer frente a los impactos del cambio climático requiere de una base científica de conocimientos y del fortalecimiento de capacidades, tanto de personas como de instituciones, para facilitar la transferencia de tecnología y el acceso a recursos financieros.
Respecto de los medios de implementación, se aplicará la “Estrategia de Desarrollo de Capacidades y Empoderamiento Climático” (EDCEC), creada en 2024 para fortalecer las capacidades sectoriales, nacionales y subnacionales; se actualizará e implementará, durante 2025 la Estrategia Financiera de Cambio Climático; y durante el mismo año se actualizará e implementará la Estrategia de Desarrollo y Transferencia Tecnológica para el Cambio Climático.
A 2030, Chile diseñará y desarrollará una estrategia financiera que, siguiendo las disposiciones de la LMCC, incorpore además los compromisos nacionales en materia de biodiversidad, economía circular y transición socioecológica justa.
Gestión del cambio
Asimismo, el anteproyecto reconoce que los impactos del cambio climático tienen una expresión fuertemente inequitativa en el territorio y en los grupos sociales, acentuando vulnerabilidades sociales preexistentes. Por lo tanto, este borrador contiene una Estrategia Nacional de Transición Socioecológica Justa, estructura que promete mayor justicia climática. Además, a 2026 se habrán fortalecido las capacidades y la institucionalidad de cambio climático a nivel regional, se habrá iniciado la implementación de acciones de adaptación, mitigación y los medios de implementación necesarios, a través de los planes de acción regionales de cambio climático, en las 16 regiones del país.

